Un maestro del periodismo

8 Octubre 2019.

Tomado de: El Tiempo.

El periodismo colombiano recibió el domingo la noticia de la muerte de Javier Darío Restrepo no solo con sorpresa, sino con la aflicción de haber perdido a uno de sus maestros y a un consagrado cultor y defensor del bello oficio.

La misma congoja se debe sentir en el mundo de la academia y en el de las letras. Y en Jericó, Antioquia, donde había nacido hace 87 años. Es una tristeza general, porque ha partido un hombre de principios que inicialmente tomó los caminos de la fe hasta ordenarse sacerdote en 1955. Y tenía todo para haber llegado a las altas jerarquías. Pero sintió que el periodismo era su pasión y lo hizo también un apostolado.

Javier Darío tuvo una prolífica y respetable carrera. Fue reportero del Noticiero 24 horas por varios años; así mismo, defensor del lector de EL TIEMPO, cargo que desempeñó con lujo de detalles, aparte de su largo trasegar por el periodismo investigativo.

Él conocía el valor de la palabra escrita y por eso defendió a capa y espada un periodismo basado en los postulados éticos como algo inquebrantable, que es, a fin de cuentas, la defensa de la verdad.

En ello perseveró hasta sus últimos momentos. Uno de sus actos finales fue la presentación de su libro La constelación ética en el Festival Gabo, en Medellín, la semana pasada. Él fue parte esencial de la Fundación Gabo. “Estoy colmado de pesar por el fallecimiento de nuestro querido maestro Javier Darío Restrepo, pilar insustituible de la Fundación Gabo, uno de los máximos expertos en ética periodística en el mundo”, escribió Jaime Abello, director de esta institución.

Con toda la razón. Se va un bastión, pero deja la descomunal obra –que es un manual– de 30 libros acerca de la ética en el oficio, además de ensayos y un par de novelas. Todo con rigor. Y fue un formador, porque también ejerció la cátedra. La prensa le debe mucho a Javier Darío Restrepo. Este diario lo despide con gratitud y reconocimiento, a la vez que acompaña sinceramente a su familia.