Revive la ruana roja.

La ruana roja que paseó Avianca por el mundo, ese emblema de nuestro país, volvió a

ponerse de moda a raíz de la exitosa actuación de Nairo Quintana en La Vuelta a España.
Nairo, quien en dos ocasiones se apoderó de la camiseta roja, que distingue al primer
ciclista en la clasificación general de la Vuelta a España, hizo que sus paisanos le pusieran
color a la ruanita blanca que protege del frio a campesinos y citadinos cudiboyacenses.
El furor que causó Nairo con su triunfal camiseta roja, despertó la creatividad de sus
coterráneos quienes, ni cortos ni perezosos, fabricaron la primera ruana roja cuando
vieron a su ciclista con la camiseta de líder.
De ahí en adelante, las manos de las tejedoras –y tejedores- de Boyacá, no dieron abasto
para atender la creciente demanda del abrigo tradicional.
La casa de los padres de Nairo, que se llenaba de público para no perder detalle de la
carrera, se convirtió en una mancha roja, matizada con la tricolor bandera del héroe que
deambula por las carreteras del mundo buscando medallas, triunfos y vítores para
Colombia, su tierra natal, para sus padres y para una gran nación que batalla por una paz
duradera.

Nairo, como casi todos los colombianos, está contagiado de esas ganas que inunda a una
nación en reconciliación, perdón y convivencia, esta que el mundo entero observa con el
mayor de los beneplácitos.

Para muestra, su camaradería con el inglés Christopher Froome, que lo hizo sufrir tanto
en las carreteras francesas y españolas. Nairo junto con Esteban Chávez, brindaron
champaña con el inglés, se dieron un apretón de manos y un abrazo, perdonando las
angustias, como lo está haciendo el pueblo colombiano con las Farc.

La ruana roja boyacense volvió a pasearse, orgullosa de un ancestro que los artesanos de
la altiplanicie le imprimieron. Habrá ruanas rojas por el mundo reemplazando las capas
boyacenses que paseó Avianca.

Y seguramente Nairo la llevará por todos los territorios por los que se desplace en busca
de nuevos triunfos, de nuevos títulos, y de ese orgullo que mostrará junto con su patria a
lo largo y ancho del mundo, porque será el emblema de un país en paz. ¡SÍ… señores!

BLANCO: Y como de ciclismo hablamos, por qué no honrar a quien lo internacionalizó:
Miguel Ángel Bermúdez.

NEGRO: Las cárceles con celulares.

Por: Gabriel Ortiz