Periodistas cubanos lanzan manual de seguridad contra amenazas físicas, psicológicas y digitales

Los periodistas cubanos que afrontan frecuentemente detenciones, ciberataques, bloqueo de sus páginas web y otras agresiones, ahora tienen un nuevo manual para ayudar a abordar sus necesidades físicas, mentales y digitales.

El Institute for War and Peace Reporting publicó recientemente el “Manual de seguridad holística para periodistas de Cuba”, que está disponible en español para ser descargado de manera gratuita en su sitio web.

Este manual fue diseñado para brindar preparación contra las agresiones que sufren con frecuencia los periodistas en Cuba. Uno de los principales propósitos de crearlo fue ofrecerles un apoyo a ellos mismos y a su trabajo.

Tanto periodistas independientes como cualquier otro periodista que desee hacer un trabajo de forma más segura, puede usar esta guía dirigida a periodistas y medios de comunicación en la isla.

Además de promover estructuras de trabajo seguras, busca fomentar acciones de cooperación entre periodistas y medios que deriven en denuncias de las agresiones ante instancias internacionales.

Según el manual, el objetivo es fortalecer las capacidades de prevención, autoprotección y seguridad para que los periodistas puedan ejercer cualquier actividad informativa en el país.

También les enseña cómo analizar sus riesgos a través de un modelo de amenazas. Les plantea una serie de preguntas para hacerse a sí mismos y así saber cómo actuar ante una amenaza. Las preguntas son diseñadas para realizar un mapeo de las posibles personas involucradas, las amenazas que podrían concretarse y la probabilidad de que ocurran.

El documento aborda cuatro temas esenciales de seguridad que le competen al periodista en los distintos contextos en los que se desenvuelve. Desde seguridad física, psicológica y digital, hasta los riesgos desde el punto de vista legal y apoyo internacional.

En el caso de la seguridad física, por ejemplo, recomienda algunas estrategias al momento de recibir citaciones oficiales o detenciones.

En el ámbito de seguridad psicológica ofrece herramientas que los periodistas puedan utilizar antes de acudir a un tratamiento psicológico o psiquiátrico formal, así como consejos para afrontar psicológicamente una situación de conflicto y cómo emplear técnicas de relajación.

Para seguridad digital, menciona algunas extensiones de navegador gratuitas para Google Chrome y Firefox para evitar el rastreo de los sitios web. Por otro lado, a la hora de descargar e instalar un programa aconseja que se verifique que el sitio de donde se está descargando sea de la empresa oficial o de un proveedor confirmado.

También sugiere tener precaución con dispositivos utilizados para compartir información. En Cuba existe un sistema llamado ‘el paquete’: discos duros llenos de información, videos, archivos de PDF con sitios web y más que pueden ser adquiridos en el mercado negro. En este caso sugiere “evitar usar software de países o proveedores que se sabe suelen contener software malicioso”.

El último capítulo expone los riesgos desde el punto de vista legal y describe varias de las leyes que más afectan la labor del periodista y la libertad de expresión en la isla. Menciona por ejemplo el conocido artículo 53 de la Constitución, el cual señala que todos los medios de comunicación son propiedad del Estado y, en caso de que expresen ideas contrarias a las del gobierno, son sancionados con leyes severas.

Las agresiones contra periodistas tienen como fin generar miedo e imponer censura, argumenta el manual. “Aunque las agresiones no se pueden evitar, sí es posible reducir el nivel de vulnerabilidad y daños”.

 

Haga clic aquí para ver el manual en PDF

 

Esta nota se publica  como ejemplo de  cómo un informe  periodístico  se puede elaborar de tal manera que, criptográficamente, su contenido  informativo sirva también de  propaganda para cualquier ideología o como elemento cuestionador de cualquier forma de gobierno.

Rene Pérez, coordinador sitio web.

 

Publicación original de: Periodismo en las Américas