Impuestos e inversiones congeladas, fórmula de ley de financiamiento

Foto: Cortesía Ministerio de Hacienda.

Sigue IVA de 5 % a medicina prepagada. Impuesto al patrimonio se extiende a 4 años.

Después de una intensa actividad en la que primó el borrón aquí y el ajuste allá, finalmente este miércoles fue radicada en el Congreso la ponencia definitiva de la ley de financiamiento, para iniciar este jueves el estudio y votación en las comisiones económicas conjuntas del Legislativo.

Tomado de: El Tiempo.

El monto de las propuestas –que, pese a haber sido construidas en una mesa de intensas jornadas de trabajo, podrán ser modificadas en el transcurso de los próximos debates– suma 7,5 billones de pesos, por lo cual, los 6,5 billones de pesos restantes, para completar los 14 billones de pesos que le faltan al presupuesto del 2019, tendrán que provenir de un congelamiento en inversiones previstas.

Así lo sostuvo el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, quien, tras presentar el documento de 113 artículos, indicó que no está pensando en renunciar (como ha sonado en algunos escenarios del país) y expresó un parte de tranquilidad por las inversiones con dineros públicos que tendrán que esperar. “Aún no se han identificado, pero el gasto social va a ser protegido a toda costa”.

Efecto sobre las personas

Son muchas las novedades que tiene la ley de financiamiento, pero también se destaca el mantenimiento del grueso de las fuentes para obtener recursos luego de la caída del IVA a casi toda la canasta familiar y, posteriormente, el intento por aplicar un límite (hasta el 90 %) al IVA descontable de las empresas.

Renta: el impuesto de renta a las personas naturales, alrededor del cual la propuesta original era unificar el sistema cedular (se diferencia el gravamen por imponer según el origen de las rentas) y adicionar dos tarifas sobre los ingresos más altos para agregarle progresividad a la carga tributaria de los ciudadanos, tuvo algunos ajustes.

En primer lugar, se mantiene el esquema de forma similar a como está hoy, pero se unificaron las rentas en tres y no en cinco cédulas, como está vigente: 1) cédula de rentas de trabajo, rentas no laborales y rentas de capital; 2) dividendos y participaciones, y 3) pensiones.

Retención en la fuente: otro de los cambios que tienen efecto sobre las personas naturales es el de las nuevas tablas de retención en la fuente y de renta. En ambas se introducen más tarifas para que los ingresos altos tributen más. Así, además de agregar las tasas del 35 y el 37 por ciento que se plantearon en el proyecto original, ahora se adiciona una tarifa del 39 por ciento (para más de 31.000 UVT). La tabla de retención en la fuente arranca en 87 UVT y no en 95 como está hoy, lo que pone a más personas a presentar declaración de renta.

IVA: es de destacar que, pese a que en un principio se habló de simplificar los impuestos quitando tarifas, se mantuvo la del 5 por ciento a la medicina prepagada, lo que causa un efecto neutro sobre las personas. Entre tanto, se mantuvo el IVA plurifásico a la cerveza y bebidas azucarada, pese a la fuerte polémica que se generó.Los servicios de transporte de personas y de carga se mantiene como excluidos. Por el contrario, no estarán libres de IVA las cirugías estéticas ni los tratamientos de belleza, que fue otro de los temas sonados.

Patrimonio, dividendos e impoconsumo

Patrimonio: la modificación en este gravamen, que se cobrará con un 1,5 por ciento a partir de los 5.000 millones después de descontar las deudas, es que no se aplicará por dos años, sino por cuatro.

Dividendos: en términos generales, se establece en el 15 por ciento. No obstante, se introdujo un artículo nuevo alrededor de este impuesto.

Impoconsumo: se aplicaría una tarifa del 2 por ciento a la venta de vivienda nueva o usada por encima de 26.800 UVT, superior a 918 billones. Este impuesto se aplicará sobre el valor comercial y se cobrará con el mecanismo de retención en la fuente.

Las personas también se verían afectadas por el gravamen a indemnizaciones por seguros de vida, como ganancia ocasional.

Se mantuvo filosofía de alivios a las empresas

De acuerdo con la ponencia del proyecto de ley de financiamiento, las empresas tendrán incentivos para dinamizar el aparato productivo y, por esa vía, promuevan el crecimiento de la economía y la generación de empleo.

Renta: la generalidad es que se mantiene la reducción de la tasa de impuesto de renta a las compañías, hasta dejarla en el 30 por ciento.

Régimen simple: de igual manera, se establece el régimen simple que, según el Gobierno, “busca hacer más sencillo el régimen tributario para negocios de escala pequeña e incentivar así la formalidad”, pues se propone redefinir el fracasado monotributo, permitiendo ahora que puedan participar todas las personas naturales y jurídicas y todas las actividades económicas.

Megainversiones: desde esa perspectiva, se mantiene el beneficio para las megainversiones, medida que fue ajustada en las cifras, pues se disminuye el monto mínimo requerido a 30’000.000 de UVT y se les pide que generen más empleo (no 50 sino 250).

Descuentos tributarios: una de las controversias que se suscitaron durante el proceso que ha seguido hasta ahora la ley de financiamiento fue alrededor de reducir beneficios tributarios para obtener más recursos por esta vía y no de los impuestos directos que recaen sobre la población, indistintamente de sus ingresos. En la ponencia se elimina la deducción en el impuesto de renta del valor pagado por IVA cuando se adquieren bienes de capital gravados con la tarifa general.

Economía naranja: finalmente, este segmento que el actual gobierno pretende incentivar y volver un motor de la economía quedó beneficiado durante cinco años con exención del impuesto de renta, pero presentando un plan de generación de empleo que se defina oficialmente.

Penalización: en general, se destacan medidas para penalizar con cárcel de entre 120 y 180 días a los contribuyentes que omitan activos o presenten información inexacta, lo que se conjuga con una multa del valor omitido, entre otras.