El periodista se desempeña como «guardabarreras» de la posverdad, dicen expertos en Quito

18 Julio 2019.

Foto: Cortesía Kaos en la red.

La batalla contra la infoxicación y la posverdad supone serios desafíos en la era digital, que solo pueden ser combatidos con las herramientas del periodista, analizaron este martes expertos en un seminario sobre la materia celebrado en Quito.

Tomado de: El Espectador.

Bajo el título de «Jornadas de Comunicación: Visiones críticas a la posverdad», el evento de tres días y que concluye este jueves, es organizado por la Universidad Central de Ecuador (UCE) y debate por primera vez una cuestión atribuida al presidente de EE.UU., Donald Trump, o a los responsables del Brexit.

«Vivimos en una sociedad bombardeada de información que nos termina enredando y nos rodea de una cantidad de verdades que se contradicen y son construidas desde el ejercicio del poder», explicó a Efe el decano de la Facultad de Comunicación Social de la UCE, Dimitri Madrid.

Y es que, según este catedrático, las nuevas tecnologías, el internet y las redes sociales son «la primera fuente de información» para la sociedad actual.

Para Pablo Escandón, comunicador y profesor de la Universidad Andina Simón Bolívar, en la actualidad se ha vuelto «más notorio el uso de la posverdad», por influencia de diferentes tipos de poder político mediante las nuevas herramientas de la información.

De acuerdo con la Real Academia de la Lengua Española, el término posverdad es una «distorsión deliberada de una realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales».

Y es que justamente este seminario de comunicación se propone reflexionar sobre un fenómeno que ha alterado la forma en la que entendemos la comunicación e intenta construir relatos que posibiliten que en determinado momento una información adquiera la dimensión que deba adquirir, alejado de cualquier interés.

Los expertos abordaron asimismo la necesidad de que en el futuro el periodista y comunicador tenga la habilidad de «discriminación» de la imagen, de los relatos y discursos que se construyen, para que de esa manera puedan «entregar una información que permita que la sociedad genere reflexiones alimentadas por la buena información».

En opinión de Escandón, la «buena» información es proporcionada por el periodista que se torna en un «guardabarreras» que aporta al beneficio social en el que radica la «responsabilidad, la ética y la libertad de expresión».

El encuentro también analizó el ejercicio periodístico y la comunicación adecuada y cómo influyen en ambos las distintas realidades que encontramos en el entorno digital.

Ante esta problemática se propusieron varias medidas que destacan la importancia de aprender a contar historias en lugar de crear solo ficción, y proveer de una narrativa atractiva a los hechos que ocurren a diario.

«Ahora se juega mucho con el humor y la parodia. La rapidez versus la verdad, es el reto fundamental para poder combatir la intención de falsear la realidad por parte de cualquier tipo de poder», indicó Escandón.

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