El metro de Bogotá es una necesidad inaplazable para la ciudad, ese es un juicio que comparten no solo los expertos en movilidad, también los sectores políticos. Pero aunque existe unanimidad en la construcción de ese sistema masivo, el debate está en la forma en que debe construirse y funcionar: elevado o subterráneo.

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Para la administración de Enrique Peñalosa no cabe duda de que el metro debe hacerse elevado porque de lo contrario podría presentarse un sobrecosto del 40 % en la obra. La administración de Gustavo Petro, por su parte, propuso y entregó estudios y diseños de un metro subterráneo.

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Quienes mantienen esa idea, como el concejal de los Progresistas Hollman Morris, cercano a Petro, no hay otra opción y sería ilegal hacer un metro elevado.

Morris, al igual que concejales del Polo Democrático, han insistido en que la administración Peñalosa no tiene estudios para validar la propuesta de un metro elevado y que las vigencia futuras, es decir, los dineros que el Concejo aprobó gastarse para la construcción del metro, deben ser utilizados en el sistema subterráneo que propuso la administración anterior. La razón: esos recursos se justificaron con estudios Petro.

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El fallo proferido por el juzgado administrativo de Bogotá le ordenó al alcalde Peñalosa, a los secretarios mencionados y al director de Planeación, Simón Gaviria, entre otros, que entreguen un informe juramentado.

“Nosotros le presentamos a la jueza más de 20 pruebas que corresponden a estudios de metro subterráneo y no elevado, esperamos que el 10 de enero haya una decisión de fondo para Bogotá”, dijo el concejal Morris.

La decisión de la jueza se da en momentos en que Planeación está apunto de entregar un documento Conpes que define la financiación de parte del Gobierno Nacional del metro para la capital y que tendría que estar lista antes de finalizar el año.

La administración ha dicho que la primera fase irá desde el portal de Las Américas hasta la Caracas a lo largo de la Avenida Primero de Mayo, la segunda irá hasta la calle 72 a lo largo de la Avenida Caracas. Hasta este punto costaría 13,8 billones de pesos. Habría una tercera fase hasta la calle 127.

La alcaldía también estableció que espera firmar el contrato de construcción en el segundo semestre de 2017 para que las obras arranquen en el año 2018 y las dos primeras fases estén listas en el 2022.